lunes, 13 de diciembre de 2010

EL MARTIRIO DE AZUCENA


             El martirio de Azucena es una obra de Andrés Vázquez Gloria, artista nacido en la ciudad de Aguascalientes hacia el año de 1971.

           La obra es una litografía en blanco y negro, en la que se observa a una mujer de perfil,  su postura es de agotamiento, con una pronunciada joroba, la cabeza baja, con  el poco cabello que tiene colgando al frente, sus manos a los costados apretando los puños, en su pierna izquierda lleva una prótesis de  madera. Esta obra es parte de la colección de las “musas enfermas” que fue expuesta en varias cantinas y prostíbulos de la ciudad de Aguascalientes en el año 2000.

La figura  es el retrato de un estado de ánimo, la representación de  la personalidad de un ser en estado de desgracia, tal vez de una vida dura y de infortunio. A primera vista nos transmite  cansancio,  pena,  dolor,  impotencia y la resignación ante un cumulo de experiencias y situaciones que hacen del personaje lo que nos muestra su autor: una figura desagradable. ¿Pero cuál es la historia de Azucena? ¿Qué es lo que hizo que una musa terminara en ese estado de degradación? responder no es fácil, el autor no nos da una referencia mayor. Lo que si podemos hacer es cuestionarnos acerca del estado en el que nos encontramos nosotros, ponernos a reflexionar sobre nuestra historia y cada una de las experiencias que hemos tenido, de esas heridas que nunca cierran y que cuando lo hacen dejan  marcas que van cambiando nuestra forma original.

Andrés Vázquez nos muestra las heridas de Azucena  y nos deja penetrar en ella como si fuese un espejo, observar a Azucena en su martirio, es entrar en un estado de meditativa melancolía. Pero esto no es todo, no es una simple imagen que nos hace recordar los momentos difíciles de nuestra vida y hacer un recorrido por esos momentos amargos, no.

Andrés nos obliga a voltear hacia una realidad presente en todos lados, en cada rincón de la tierra, nos hace participes de aquellas cosas que es más fácil dejar de lado en nuestra cotidianidad, nos muestra ese mundo de los desgraciados y de los hambrientos y nos hace tomar conciencia de ellos y darnos cuenta de lo afortunada que es nuestra existencia a pesar de los momentos difíciles que forman parte de nuestra historia.

De ésta manera “El martirio de Azucena” se transforma en un  estandarte a la tenacidad, a la lucha del día a día por la supervivencia, a la consciencia de que la felicidad no es un fin sino un trayecto. No importa que podamos perder una pierna como Azucena, el camino continua siempre, lo que aquí se presenta es que a pesar de los obstáculos y aunque apoyados en algún artificio que el propio camino nos dio, debemos seguir  avanzando, tal vez ya no con la mirada al frente, pero siempre en el camino. Así pues ese martirio, se convierte en un sacrificio.

Andrés Vázquez Gloria es un retratista por excelencia de nuestro interior, en sus colecciones se ve la representación de seres que están inundados de soledad, desgracias, e infortunios y no es que sean desagradables o muy grotescos a la vista, si no que sabemos que podemos en algún punto de nuestra vida encontrarnos en ese estado, y que finalmente la representación de dichos personajes pueden ser nosotros mismos.

Andrés ha cubierto con el currículo de artista reconocido en la ciudad de Aguascalientes, es el director del taller de grabado en el museo Guadalupe posada, entre sus variadas exposiciones se encuentra la característica peculiar de que sus obras han sido exhibidas hacia un público más abierto entre este público se encuentran  bares ,cantinas y  prostíbulos.

Este artista se ha dado a la tarea de la representación interior del ser humano, en su obra como lo dice el titulo se presencia un martirio, una mujer en condiciones desagradables una enseñanza moral, y ¿por qué digo que una enseñanza moral?, porque precisamente es uno de los objetivos del artista, que por medio de su obra obtengamos esa consciencia,  que tenemos martirios y  que esos martirios pueden presenciarse como una especie de obstáculo en nuestra vida, de ahí la prótesis de la mujer, que nos cansamos, que a veces estamos a punto de rendirnos, de ahí la mirada de la mujer hacia el suelo, y que sobre todo y aunque estemos a punto de dejar lo que nos cuesta tanto trabajo, que es  seguir caminando con una especie de carga , de ahí la joroba pronunciada , siempre seguiremos intentando luchar por seguir adelante a pesar de las dificultades y  de aquí los puños cerrados, señal de fuerza para seguir andando…

          Entonces quedémonos con la enseñanza de esta figura amorfa que Andrés representa, con esta cuestión moral, con esa sensibilidad que la obra es capaz de transmitirnos y finalmente con el vencimiento de las fronteras de la representación de nuestra realidad interior.


                                                                                            Ariadna Janette Eudave Rodriguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario