lunes, 13 de diciembre de 2010

CECILIA LOY DE LEÓN, ACTRIZ.
OBRA DE TEATRO: “ALICIA”.
 “El inconsciente manda a la mente toda clase de bromas…fascinantes porque llevan las llaves del reino de la aventura deseada y temida del descubrimiento del yo.”
                                                                                Joseph Campbell.

En el escenario se oye a Alicia, (Cecilia Loy), gritando: “Uno, dos, tres, cuatro…estoy muy emocionada porque hoy vamos a hacer un gran viaje”, mientras se desliza por  un túnel, que se suponía era solo la madriguera de un conejo; sin embargo, no es así, es un camino en sus sueños, el camino que ella quiere tomar para poder burlarse de su realidad. Es el túnel que recorre la intérprete de este personaje cada vez que lo ensaya. Tal vez, la lleva a mundos muy profundos, no lejanos, y que habitan en muchos de nosotros.
Cecilia Loy De León nace en Aguascalientes, estudió Teatro y Artes Visuales. Tras participar en varios proyectos teatrales, decide hacer realidad su propia idea teatral, que hacía mucho ella planeaba: “Alicia”. Percibo que su proyecto es una combinación de sus conocimientos con su “otra realidad”, como la llama ella, la realidad que se manifiesta en sus sueños, en su imaginación, mientras duerme o mientras se mantiene despierta, puede suceder en cualquier momento, cada vez que quiere reírse de lo que le pasa cotidianamente. Hablo de una combinación por los elementos usados en esta obra. Su objetivo es integrar escenografía, vestuario y actores, trabajar en unidad, en interdependencia. El propósito es bien logrado, y es aquí donde sugiero que se combinan sus conocimientos con su imaginación, la escenografía son algunas paredes con textura que forman una especie de laberinto, es el espacio del personaje, ahí corre, juega y fantasea. Su vestuario les da un aire de misterio a los personajes. No sabes qué ocurrencias van a tener sobre todo “Alicia”. Cecilia hace parte de ella esta espontaneidad. Va por el escenario actuando con la genialidad que su personaje le requiere, se integra como si fueran sus propias realidades y fantasías.
La propuesta es una Farsa, la cual es un tipo de obra teatral, combinada con la filosofía del Existencialismo. La Farsa se caracteriza porque sus personajes tienen comportamientos extravagantes, sin perder credibilidad, además de que muestra hechos exagerando la realidad y muchas veces criticándola. Tal como lo muestra el personaje que interpreta Cecilia Loy. “Alicia” esta vez es diferente, está sumergida en una realidad más pesada y áspera, se encuentra en  un túnel que puede ser más sombrío del que nosotros relacionamos típicamente con este personaje. Ella corre, juega con sus cabezas de muñecas, son sus acompañantes cada vez que quiere fugarse y pensar en otras historias que aparentemente no le pertenecen. Su realidad es dura, ha vivido su infancia junto a sus dos padres drogadictos, para los que ella misma sirve la dosis diaria para cada uno. Entonces, su única manera de burlarse de esa vida, es haciendo historias con esas cabezas de muñecas, las regaña por tener el mismo miedo que ella, por hablar todas sus fantasías, por hablar de su inconsciente, de su yo. No puedo asegurarlo, aunque tal vez así es como Cecilia se identifica un tanto con este personaje. Interpreta de gran manera a “Alicia”, en el escenario se convierte en una niña, que enfrenta sus miedos con fantasiosas y burlescas historias. Habla y actúa como tal, sin aburrirnos con su actuación, ya que es dinámica en voz y movimiento. El énfasis que le da a sus diálogos es preciso para darle el tono que necesita la farsa, habla con imaginación, humorismo y se le da credibilidad a su personaje. Cecilia plantea una idea basada también en el movimiento filosófico del Existencialismo, como menciono antes, el cual se refiere a la existencia humana concreta y como señala Jean-Paul Sartre, uno de los personajes principales de esta filosofía, “…el hombre es lo que él mismo se ha hecho, en él la existencia precede a la esencia”. Esta filosofía señala, que el existencialismo es humanismo y ve al hombre, no como un sobresaliente de todos o que la humanidad resalte en conjunto, sino como el que rige en él mismo con libertad y tratando de trascender sus situaciones. El personaje de “Alicia” me sugiere que se identifica en este punto con el existencialismo. Ella existe y ve su alrededor, se toma la libertad de crear aventuras que le permitan vivir y enfrentar sus miedos, entonces ella es la que rige su mundo, la entorno que ella ha creado. Esto nos transmite Cecilia en su personaje teatral, es como si “Alicia” se desconectara de su entorno para hacerse muchas preguntas, como: ¿hacia dónde voy?, ¿quién está a mi lado?, ¿es está mi realidad… la quiero? Son preguntas que el mismo espectador pudo haberse hecho alguna vez, y la respuesta que sugiere la actriz es, ese otro mundo individual, que puede ser el mundo real aunque parezca que tiene personajes extraños, es el mundo que te puede hacer existir. Cecilia tiene una personalidad introvertida, que en el momento de actuar deja a un lado, por eso puede ser que siempre quiso interpretar a “Alicia”, porque actuando saca su “otra realidad”, que tanto disfruta.
La obra es una adaptación de la película “Tideland”, que es una versión diferente de “Alicia en el país de las maravillas”, es por eso que el personaje habita en un mundo más dramático, con mucha hostilidad y personajes demasiado extravagantes, pero no muy lejos de la realidad social. El humorismo que maneja la obra nos permite disfrutarla sin sentir un pesado drama.
Cecilia Loy nos brinda una actuación que nos hace reflexionar sobre nuestra latente imaginación que siempre nos acompaña, es parte de nosotros, ese mundo que siempre tratamos de mantener en la inconsciencia, que si algunas veces le permitiéramos manifestarse en la consciencia puede hacer que llevemos a cabo alguna genialidad.

María de Jesús Elizalde Peña

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